Inversiones en investigaciones no autorizadas fue el tema de discusión y causa del alejamiento según Bertol
Quienes dudaban sobre las cualidades de Sandro Guzman como líder y jefe político, y hablablan de una supuesta falta de firmeza del señor intendente de todos los escobarenses, quedaron con las bocas tapadas luego de que el primer mandatario municipal decidiera resolver de cuajo el pésimo funcionamiento de la red sanitaria local.
El Secretario Matias Bertol, responsable del área, fue castigado con su reubicación en el Plan Argentina Trabaja, donde solamente ganará 50.000 pesos al mes y quedará privado de tener que atender cada día la multiplicidad de problemas y reclamos que hay en los hospitales.
«Matias está destrozado. Es como si le hubieran sacado la salchicha, valga la metáfora», dijo a este medio un concejal que prefirió mantener su nombre en reserva. «Sando volvió a demostrar que con él no se jode, y que si alguien no sirve, seguirá siendo un inútil en otro lugar de la administración donde ganará tres o cuatro veces más. Qué le vamos a hacer: tronó el escarmiento», agregó la fuente.
Horas tensas
Las críticas a la gestión de Matias Bertol llevaban al menos dos años repiqueteando periódicamente en los medios. Se centraban en señalar la degradación de las prestaciones en centros de salud, más allá de los avisos de inauguraciones de nueva infraestructura que no resolvían la cuestión de fondo: los enfermos eran mal atendidos, y faltaban insumos y medicamentos.
Walter Blanco, el Jefe de Gabinete, sin embargo, mantuvo al funcionario. «El señor intendente actuó muy inteligentemente. Siempre nos decía: un día él mismo se va a dar cuenta de lo que está haciendo y no podrá mirar a sus hijos a los ojos. Entonces renunciará, y no habrá que pagarle indemnización alguna», contó otro secretario.
Pero, para sorpresa de todos, Bertol nunca llegó a ese punto de hartazgo de sí mismo del que hablaba Walter Blanco. Incluso semanas anteriores se ratificó a sí mismo en el cargo, diciendo que las publicaciones sobre el desastre sanitario eran «una campaña en su contra» y declarando que estaba más firme que nunca en las funciones habituales.
«A Guzman eso no le gustó nada. Se enfureció tanto que él mismo se rayó todo el auto y tajeó con una trincheta seis de sus camisas. No, si cuando se enoja es terrible. Después recapacitó y lo llamó a Bertol para pedirle disculpas», relató un hombre de la secretaría de la Municipalidad.
Sin embargo, el destino juega a veces cartas impensadas. En algunos medios se publicaron el viernes fotografías de pacientes del centros de salud que habían sido atendidos y habian tenido que pagar no solo bonos contribución sino tambien rifas, inscribirse en un amigo invisible, y comprar cartones de bingo.
El señor intendente, al ver las imágenes, convocó de inmediato a su despacho a Bertol Se produjo un tenso diálogo:
-¿Qué mierda es esto?
-Parece un diario, ¿no?
-¡Esto!¡Qué es esto, te pregunto!
-Gente durmiendo. En este país nadie quiere trabajar.
-¡Son tipos recién atendidos que le están sacando plata!
-¡Güeee, qué miserables, la mierda!
-¡Miserables las glándulas testiculares!
-¡Intendente, por Dios!
–Lo siento, cuando me enojo me convierto en una bestia implacable y letal.
-Comprendo, pero…
-Bertol, esto es de terror, no hay medicos, no hay enfermeros, se apretan a las mucamas y no pueden diagnosticar ellas cuando los medicos no estan, no hay penicilia ni curitas desde hace meses, la gente prefiere ir a los pais y curanderos antes que visitar nuestros centros de salud…
-Es información sesgada, intendente. Los Centros estan correctamente pintados y las empleadas usan minifalda sin ropa interior de acuerdo a su reglamento.
-Mirá (suspirando profundamente), esto no da para más. Te vas a tener que ir, Matias.
-(Piensa unos segundos) Definime ir.
-Irte, rajar, renunciar, dimitir, partir, emigrar…
-No… no… (rostro desencajado, aparición de un tic en el ojo izquierdo)… Vos no me podés hacer esto, Sandrito… Te prometo que voy a estudiar…
-Es un desastre, Matias, y no es acá nomás. Garin, Savio, Mathue todo la misma mierda. Un servico malísimo y encima discriminación, en…
-Bueno, si vamos a ver sólo la mitad del vaso que está vacía…
-Lo tengo decidido, y no quiero llantos. Te vas al Plan Argentina Trabaja. Ya no vas a ganar 15 lucas, como en el ministerio, sino 50.000 mangos por mes, y en vez de atender mil quilombos por día vas a estar más al pedo que la Oficina Nacional Anticorrupción, pero bué, la política es así. Lo siento.
-Sandrito… sandrito… ¡no lo puedo creer!
-Sí, es así. Sé que en estos momentos te parezco el hombre más desalmado del mundo, pero el liderazgo político es así. Yo no lo entiendo de otro modo. Esto, para mí, funciona sólo con un sistema de premios y castigos.
-¿Cincuenta lucas??
-Sí, perdoná, pero es lo que hay. Entendeme. Un caudillo popular a veces necesita hundir el bisturí hasta el hueso para salvar la institucionalidad y el interés común, aunque uno luego sienta que todos los muertos dejados en el camino lo miran desde la ventana de la historia.
-¿Por mes cincuenta lucas??
–Ojalá te sirva para recapacitar y darle un giro a tu vida. Todavía estás a tiempo. Con el tiempo vas a ver que no es el fin de nada, y que mientras hay vida hay esperanza. Cuando seas grande me vas a entender.
-¿Cincuenta lucas de una??
-Por favor, no me obligues a herirte una y otra vez. Es así, ya está.
-¿O sea, pasa un mes y me depositan cincuenta lucas, y en el segundo mes cincuenta lucas más, y después otras cincuenta, y así hasta juntar 650.000 pesos en el año contando el aguinaldo?
-Te repito, no lo tomes como algo personal. A Montessano también lo saco del Consejo Escolar, y se va a a manejarme unos asuntos privados, pero con 40 lucas. Y bueno, lo siento, esto es así. El día a día nos endurece, nos llena de callos el alma, nos extermina la ternura, nos roe la compasión.
Las lágrimas caían por el rostro de Bertol, que antes de retirarse del despacho besó durante quince minutos las manos del intendente.
Duro, pero necesario